Aug 28, 2014

Ahora, yo también entiendo.

Las cosas no siempre salen como se planifican y cuando se tienen hijos pequeños esas probabilidades se triplican. Teníamos cita los dos con la odontólogo, pero ese día, entre una cosa y otra incluyendo momentos casi de desesperación, mi esposo fue a la cita y yo terminé en casa de mi mamá con mi hija de año y medio.

Le pedí que me disculpara con ella por suspender a última hora. En la noche me contó que cuando le explicaba que "bueno, la cosa se complicó y no pudo venir", ella -mamá primeriza de un bebé de 6 meses- le dijo: "yo entiendo, ahora que soy mamá, entiendo".

Casualmente, más temprano en la tarde, estaba conversando con mi mamá sobre lo difícil y demandante que es a veces cuidar a los niños cuando son pequeños y sobre las travesuras e imprudencias que suelen cometer. Ella recordaba que solía cuidar por ratos a la más pequeña de los tres hijos de una familia que conocíamos. Me contó que una vez la chiquita le dijo: "¿Tú sabes? Mi mamá a veces llora y se encierra en el baño y mi papá le da una pastillita".
Inmediatamente me reí y, después de pensar en lo imprudente del comentario, le dije a mi mamá: "si eso me lo hubieses contado antes de ser mamá, lo más seguro es que hubiese pensado que quién sabe qué problemas tendría ella con su esposo; en cambio hoy digo: ¡pero claro, tenía tres hijos!"

Quizás esta no era la razón. Espero que no haya sido nada grave. Pero ahora me parece tan probable esa opción.

Es que, ahora, yo también entiendo. ¡Ja!

®